Estoy aqui, con mi último autorretrato del año 2011.
He de decir, que cada vez son menos. Una, que ya no necesita expresar sus emociones a través de su rostro.
Os quería felicitaros el Año Nuevo.
Ya sabéis, no me gusta esta noche. Es triste para mí, aún sin haber tenido nada especial en estas fechas. Desde siempre, no sé, nunca me gustaron. Será porque la esencia de la Navidad ya se ha apagado. Ahora se abre el telón para recibir rostros hiper maquillados, vestidos que desprenden tanto brillo que una no sabe si se encuentra en una disco, o qué…
En serio, puedo decir claramente que es una de esas noches en las que acudo a cenar con mi familia por compromiso. Vamos a ser sinceros, casi todos acudimos por ese compromiso. Total, todos sabemos que no durará mucho, en cuanto los adolescentes se arreglen para salir de botellón con amigos. La fiesta se habrá acabado. Entonces sólo quedaremos los de otra generación y nos miraremos a la cara y diremos: qué?, os apetece jugar a algo?
Y con la mirada diremos que no. Y esbozaremos una pequeña mueca, algo asi como una sonrisa. Sin sentirnos culpables por abandonar el lugar e irnos a casa para ponernos el pijama y terminar la noche del 2011 como queramos.
Yo suelo tomarme una infusión y leer, más bien releer alguans citas que siempre me ayudan. Luego hago una especie de repaso mental de todo mi año. Y me emocionaré al saber que me han pasado cosas buenas pero la pérdida de Laika supera todo. De qué sirven esas alegrías materiales si uno sabe que no la tiene? Es dificil, sumamente dificil.
El día 1 si seguimos un ritual. Siempre lo hacíamos con Laika.
Nos ponemos cómodos para hacer senderismo. Preparamos unos bocadillos y salimos a respirar naturaleza y mucha dosis de silencio. Creo que por eso lo hacemos, es como si despertarses de esa escena de «Abre los Ojos» donde Eduardo Noriega, se despierta enmedio de la Vía de Madrid y no hay nadie.
Creo que eso he de agradecérselo a la noche vieja y sus correspondientes borracheras, y fiestas.
Pero echaremos en falta a Laika. Nuestra fiel compañera.
Para ella irán mis últimos pensamientos de este año y del próximo.
..
Os deseo lo mejor.
Yo, no sé, sólo espero ser mejor persona. Es lo único que me queda.
Supongo que lo demás vendrá con esfuerzo y constancia.
Salud para los míos, para mí.
Y mucha creatividad, la necesito para seguir alimentando mi mundo interior.
Mi nochevieja fue…horrible. Estabamos cenando los cuatro, mis padres, mi hermano y yo…alcohol, y no sé que más, derivó en una discusión estúpida sobre temas estúpidos y motivos estúpidos…total que me marche a casa, sola a oir cómo el mundo despedía alegremente el año con estruendo. Por lo menos no se me oiría llorar.
Así que como siempre, la nochevieja fue, una noche más. No recuerdo ninguna con especial cariño, ni aquellas en las que salía…
Al día siguiente, salí, a respirar, a intentar calmar un poco todo…intentar…por lo menos.
Para el año que empieza, espero tener más paciencia…o por lo menos, saber callarme y sonreir.
Lo siento…
si es que las navidades tendrían que ayudar a uno mismo, a recogerse interiormente pero individualmente.
La mania y tradición de porque es el día en que todos se juntan, personas que no comparten nada, a pesar de llevar la misma sangre…
tengan que estar en paz y armonía.
Muchas veces la realidad no es así, pero nos gusta pintarlo bonito.