Me he dado cuenta de que no puedo decir que vuelvo a estar activa en el blog o desconectada. Es escribir eso, y os tengo abandonados meses. Y al contrario, os bombardeo con entradas muy seguidas.
¡Sorry, una vez más!
Soy consciente de lo poco fiel que he sido a este lugar. Al que siempre retorno. Es mi cueva, el lugar donde me siento protegida, pero que a veces no le doy el trato que se merece. Me centro en otros lugares y abandono otros. Y es que estoy hecha para una cosa. Y más en un mundo tan activo, caótico y rápido de las redes sociales, de aplicaciones, en fin, de Internet.
Pasado el tiempo desde que me quedé embarazada hasta hoy en día en el que Nico ya tiene casi 19 meses. En todo este tiempo me he dado cuenta de que la pereza me ha absorbido muchísimo. Más que la pereza ha sido el cansancio. Tenía tantas ganas de mostrar un poco ese día a día con mi bebé… Y ahora ese bebé se ha convertido en un niño. Quería mostrar a través de mi blog y haceros participes de las dudas, de cómo resolvíamos todos aquellos problemas que se nos presentaba. Preguntas que, al fin y al cabo, no dejan de ser las mismas que la de todos los padres primerizos. Me hubiera gustado plasmar mi opinión. La experiencia es un grado y ahora lo sé. También me hubiera encantado poder enseñaros todos esos momentos importantes de Nico, fotos de los cambios que cada día hacia, etc. Y para mi, para que, una vez pasado el tiempo, pudiera ver mis sentimientos, la forma en qué relataba una época tan nueva y maravillosa (y dura) que ha sido convertirme en mamá. Mamá de Nico.
Así que, si, lo sé, ya han pasado 18 meses, pero creo que estoy a tiempo de remediarlo.
Por supuesto que ahora mismo no voy a comenzar a relatar las dudas que teníamos y solventábamos ya que ni me acuerdo. Lo hemos pasado, que no es poco! Todavía me pregunto cómo hemos podido sobrevivir.
Pero si que me gustaría subir algunas entradas sobre aquellos momentos importantes de mi niño. Me hace mucha ilusión. Iré recopilando sus mejores momentos de cada mes. Lo prom.. Bueno, mejor no prometo nada. ¡ejem, ejem!
Para empezar, os voy a decir que estoy emocionada porque el Domingo es el Día de Sant Jordi, el día del Libro. Creo que es una de mis festividades favoritas. Disfruto muchísimo de este día. Ir a los puestos de libro que llenan las calles más importantes del centro de Palma es un ritual para nosotros.
Y es que me encantan los libros. He sido una gran devoradora de ellos. Durante una etapa muy importante, la adolescencia, me ayudó a superar muchos problemas propios de esa época, especialmente lo referido a amistades y en la búsqueda de esa personalidad que se estaba creando pero necesitaba algunos pilares donde asentarse.
Abril es uno de mis meses favoritos. La entrada de la Primavera con esa luz especial, ese sol que te activa pero no agota y siempre te llena de energía, las horas de luz que se alargan, y bueno, como madre lo disfruto aún más. Ah! y que si, que este año Nico ya puede participar activamente de ese día que tanto disfrutamos Oscar y yo.
Llevo meses anotando libros que voy encontrando. Hago búsquedas, me informo, dejo también que me entre por los ojos. Algunas ilustraciones son hermosas, demasiado bonitas.
Y es que si de algo nos sentimos orgullosos es de haberle inculcado desde prácticamente un recién nacido, el amor por los libros. Siempre ha sido un objeto muy a su alcance. A la vista en casi todas las estancias de la casa. Recuerdo cuando empezamos a leer un cuento cada noche cuando era un bebé y queríamos que dejara de llorar y calmarlo (¡qué ilusos!), como meses más tarde, compramos libros de tela con texturas, sonidos varios que pudiera coger, llevarse a la boca y así favorecer su motricidad y ahora, para que vaya aprendiendo conceptos, se familiarice con otros y disfrute viendo sus ilustraciones.
A día de hoy, con 18 meses y medio, os puedo asegurar que una de las cosas que más le gusta es ir hacía su caja con libros y escoger uno al azar y pedirnos que se lo leamos. A veces no quiere llegar al final, él elige hasta donde quiere escuchar para seguidamente coger otro y así, hasta vaciar su caja llena de libros. Puede estar sin sus juguetes a los que hace caso de forma intermitente, pero los libros forman parte de su día a día. Y te lo hace ver.
En ocasiones, te lo puedes encontrar sentado en el suelo ojeando algunos de ellos. Uno de esos pocos momentos donde parece que el tiempo se haya esfumado muy rápido.
Tenemos un niño.
Un niño que nos tiene enamorados.
Os voy a dejar una lista de los libros que hemos recopilado de recién nacido hasta hoy con año y medio. ( he de reconocer que me he tenido que cortar porque hubiera comprado muchísimos más. Pero he querido frenar ese ansia que no lleva a ninguna parte. Además tu bebé-niño debe empezar a valorar lo que tiene. Abarcar demasiado no sirve de nada. Es mejor que los pocos que tenga sean de su agrado o bien se los muestres y cuentes como si fueran los mejores del mundo. Les pasa con los juguetes, cuantos más tienen, menos caso les hacen. Aunque comparar juguetes con libros me duele, pero en la mente de un niño que todavía no razona, digamos que podría equipararse).
Lo que os quería contar, todos los libros que tiene son bonitos y los ha utilizado, manejado. Algunos de ellos los tiene rotos y he tenido que pegar algunas páginas con cinta adhesiva. Como amante de los libros es algo que al principio me ponía muy nerviosa. Pero con el tiempo te das cuenta de que un niño tiene que tener algo de libertad para manejarlos, y es que debemos involucrarlos en cualquier tarea, ya sea en la lectura, el juego. De nada sirve si le enseñas el caramelo y luego no le dejas ni siquiera tocar el envoltorio. Son libros, como le digo yo, «muy vividos». Y que por muy desastre que estén siempre serán sus favoritos.
La lista no está redactada ni sigue un orden cronológico de cómo los hemos utilizado según el tiempo de Nico. Salvo los dos primeros que si son libros que ha tenido desde que nació al ser de tela muy manejables y vivos en cuanto a colores. Algunos son desde bebés, otros a a partir del año, y otros incluso 2, pero aunque no pueda comprender, el niño se va familiarizando con conceptos a través de sus ilustraciones y de lo qué sus papás le cuenten. Muchas veces no hay que seguir sistemáticamente la edad recomendada. Creo que depende de muchos factores. Pueden recomendarse a partir de los 3 años porque el texto no es comprensible para el niño, pero sus ilustraciones son tan hermosas que llaman la atención y curiosidad de un niño de 1 año. (Ej, La Ballena)
¡ah! el último de la lista. «el conejito que queria dormirse» fue un capricho de su papá para contarle antes de dormir. A mi parecer demasiado tostón. Creo que quien acaba por dormirse antes es el padre y no el bebé-niño).
- Libro de tela y texturas de animales. «Animales Salvajes» (Grupo Edebé)
- Libro de tela con textura y sonidos varios de la Selva.
- El Pollo Pepe (Nick Denchfield y Ant Parker. Ediciones SM)
- Adivina Cuanto te Quiero ( Sam Mcbratney y Anita Jeran)
- Libro Juego. Toca Toca (Combel)
- Miau (Antonio Rubio y Oscar Villán. Kalandraka)
- Cucú-tras (Francesca Ferri. Ediciones Sm)
- Mis Palabras y yo ( Combel)
- Deditos Curiosos. Me gusta la música ( Ed Usborne)
- Duerme como un tigre (Mary Logue y Pamela Zagarenski)
- Todos Bostezan (Anita Bijsterbosch. Ed Combel)
- Los Números ( Susaeta)
- Me gustaría (Ed Bruño)
- Así suena el jardín (Ed Usborne)
- Colores ( Ed Catapulta)
- Mi mamá ( Peppa Pig)
- Descubro la guardería ( Ed. Algar)
- Deditos Curiosos. Ha llegado la Navidad ( Ed. Usborne)
- Libro de música para los más pequeños (ilustraciones de Elisa Squillace. Ed. Usborne)
- La Ballena (Benji Davies)
- Mi amor ( Ed. Kokinos)
- La Pequeña Oruga Glotona (Eric Carle. Ed. Kókinos)
- El conejito que quiere dormirse ( Carl-Joha Forssén)
Hola Lorena!
Cómo me gustan tus post! Me siento muy identificada con ellos. Muchas gracias por el listado de libros, tus recomendaciones siempre son un acierto! 🙂 A mí me ha pasado lo mismo con los cuentos de Marco, muchos de ellos tienen cinta adhesiva en sus páginas , al principio lo llevaba fatal pero ahora cada vez que los leemos me encanta verlos así, porque siento que los está disfrutando mucho y viviendo y lo más importante es que los siente suyos. Nosotros también le hemos inculcado la pasión por los libros desde muy pequeñito porque a los dos nos encanta leer. Habremos visto y leído cada uno de sus cuentos unas 500 veces…y aún así le siguen encantando.
No me puedo creer que te conteste ahora. Qué desastre soy! Muchísimas gracias Erika por pasar y siempre comentar. Creo que ya han pasado muchos meses. Nuestros niños han crecido y con ellos los libros. Tengo pensado subir una entrada con los nuevos libros que tenemos.
Besotes!